Partiendo de ahí, veo oportuno, coherente y apropiado a una nueva era digital una modificación de un escudo que no había sufrido ningún "restyling" a lo largo de 30 años, en unos tiempos actuales, donde la imagen, la mercadotecnia y el diseño, van a la vanguardia de una nueva sociedad. 

Pero "con la Iglesia hemos topado" porque la modificación de un escudo no es un tema baladí ni que se pueda tratar a la ligera, requiere de consenso, de reflexiones, de participación y de propuestas, porque en definitiva, un club de fútbol, es un diálogo permanente con el municipio, con los vecinos, con los abonados, con los seguidores, es algo común, algo de todos, aunque no se pise el Carlos Piña, no hay nadie en el pueblo, que no sea de la Unión Deportiva Los Barrios, porque a quién le duele Los Barrios, le duele su equipo, son almas indivisibles.

No cabe duda de que incorporar el color azul al escudo de la Unión Deportiva Los Barrios,(no hablamos del diseño) es inoportuno y carece de lógica, es una deslealtad, un capricho, una profanación a nuestra identidad y una falta de respeto hacia nuestra historia, hacía nuestra representatividad, hacia nuestra imagen y hacia nuestros valores "vengan pintores aquí a copiar de sus colores, que son sus patios de flores, lo más bonito que vi" como diría el maravilloso pasodoble del municipio de Los Barrios, del genial poeta Isidro Gómez.