Por Rafael Oliva
"¿Yooo?", diría cualquier hijo de vecino, "pero si yo no tengo un duro, ¿cómo voy a ser yo un capitalista?". Y tendría su parte de razón, pues una cosa es ser capitalista, y otra muy diferente es ser UN capitalista. Lo segundo implica ser poseedor de algún medio de producción (terrenos o empresas), mientras que para ser lo primero basta con apoyar el sistema capitalista (aunque seas paupérrimo)
Pero empecemos por el principio, ¿Qué es eso del capitalismo? ¿No es lo que nos ha traído tanta riqueza y prosperidad en las últimas décadas? Pues la misma palabra lo dice: el capitalismo es el gobierno del capital o, lo que es lo mismo, que el que manda es el dinero. El que tiene el dinero tiene el poder, pues tiene el control sobre los medios de producción (terrenos o empresas). Los empresarios controlan el cotarro económico mientras los trabajadores solo reciben las migajas del fruto de su trabajo.
Sí, sí, te compro eso de que estamos en un libre mercado y de que cualquiera puede ser empresario, aunque sea solo parcialmente cierto. Actualmente si te lo propones puedes ser autónomo, lo cual es otra forma de ser un trabajador (sin empresario que te controle pero bajo el paraguas del libre mercado, lo cual viene a ser casi lo mismo). O montar una pequeña empresa con una inversión algo mayor, ya sea un comercio, un restaurante o un taller. Una engañifa, te hace creer que eres empresario (y realmente lo eres legalmente) pero sigues sin ser dueño de los medios de producción.
Pero eso de ser un GRAN empresario ya es otra cosa... necesitas poseer terrenos o empresas, pero no es suficiente con tener una tienda, un bar o un taller, tu volumen de negocio debe ser mayor. ¿Cuánto mayor? La línea es difusa, si nos vamos a las raíces del capitalismo debemos basarnos en la premisa de que el dinero debe permitirnos ejercer poder. El dueño de un bar no tiene poder, pero el dueño de cuatro restaurantes, siete tiendas y tres empresas empieza a ejercer un poder real sobre las personas del municipio. Puede que incluso se atreva a tratar de influir en la política local a través de favores o donaciones a ciertos partidos.
Y todo esto bajo con el beneplácito del sistema, quien tiene el dinero tiene el poder. A más dinero (más terrenos o empresas) más poder. Si el dueño de varias empresas tiene poder sobre la política de un municipio, imagínate lo que puede hacer un gran grupo empresarial sobre el gobierno de una Comunidad Autónoma, o incluso sobre el Gobierno de la Nación. Por eso los grandes bancos (o incluso la confederación de empresarios) se atreven a lanzar exigencias al Gobierno sobre nuevas leyes o derogación de normas existentes.
¿No ves algo raro? Poderes no elegidos democráticamente tienen influencia sobre las leyes que rigen la economía. Evidentemente maniobran a su favor. ¿Que por que por qué no son democráticos? Porque nadie los elige por sufragio, los que tienen el dinero para ejercer esa influencia no los has votado tú. No se vota al presidente de la CEOE, no se vota al consejo de administración del Banco de Santander, el pueblo no vota esas cosas. El pueblo tampoco puede acceder a esos puestos, tu hijo no va a ser el próimo presidente de Caixabank. Los que tienen el dnero son los que lo han tenido desde siempre, las grandes fortunas lo son por herencia y nunca salen del ámbito familiar.
Sí, a veces una persona puede convertirse de la nada en un gran empresario como Ortega o el Pocero, pero estos son casos extremadamente raros y, aún así, nadie ha votado para ello por lo que su poder sigue sin ser democrático, ya que el poder que ostentan proviene de su dinero, no de los votos. A estas alturas ya debes ir viendo el quid de la cuestión, un sistema donde el poder proviene del dinero, por mucho que se vote jamás será totalmente democrático. Y si encima el cargo de Jefe del Estado se obtiene por herencia... apaga y vámonos.
Ahora contestar a la pregunta del principio se convierte en una tarea sencilla: si apoyas el sistema antidemocrático actual, eres capitalista.
