Afirman que “la cara más cruenta de las violencias machistas nos ha dejado este 2021 a 37 mujeres asesinadas por violencia de género” y recuerdan con pesar a María Isabel Martínez, vecina de San Roque, asesinada por su expareja.

“Esta estructura social cishetero-patriarcal nos perjudica, nos ataca cada día. El inicio de la pandemia provocada por la Covid-19 puso aún más en evidencia los desequilibrios e inequidades estructurales provocados por un sistema machista que ha dejado un escenario donde las mujeres estaban aún más vulnerables: por salud, por la responsabilidad de ejercer los cuidados y por la violencia de género en un contexto de encierro en su propia casa.

La lucha continua contra todas esas violencias que nos afectan al conjunto de mujeres: la violencia de la trata, la explotación sexual a mujeres y niñas, las distintas violencias institucionales, raciales, obstétricas, laborales, sexuales, violencia contra las compañeras trans, la violencia vicaria, el ciberacoso o la violencia estética.

Hay que visibilizar la discriminación, la explotación laboral y brecha salarial que nos afecta ya que aún somos nosotras las de mayor tasa de paro, trabajos más precarios, menores sueldos y menos puestos de dirección. Cuestionamos los roles y estereotipos de género que nos obligan a un posicionamiento subordinado y a un segundo plano, laboral, social y personal, siempre dispuestas a los cuidados y al sacrificio personal”.

Así mismo, condenan también el acoso hacia las mujeres que quieren ejercer su libre derecho al aborto, el acoso que se realiza en las puertas de las clínicas que llevan a cabo esta práctica. “Este acoso supone un auténtico hostigamiento y criminalización hacia las mujeres, sus familias, así como a las profesionales de las clínicas. La libertad de decisión para abortar o no es un derecho” y exigen la responsabilidad que tiene la Junta de Andalucía en esta cuestión. En este sentido, exigen que el aborto en Andalucía se haga en los hospitales públicos y no en clínicas concertadas y que se incluya de manera urgente este servicio en la sanidad pública.

Desde Marea Violeta también han subrayado la situación que viene sufriendo el juzgado de violencia de Algeciras, ya que hasta el pasado 1 de octubre de 2020 en el Campo de Gibraltar existían tres juzgados con competencias en violencia de género en el municipio de Algeciras, San Roque y La Línea y a partir de esta fecha el Ministerio de Justicia llevó a cabo la centralización de este órgano judicial en los juzgados de Algeciras, eliminando los partidos judiciales de San Roque y La Línea.

Denuncian que “es inadmisible que se realicen este tipo de actuaciones centralizadoras sin aumentar los recursos humanos de profesionales para hacer frente al importante número de denuncias y expedientes por resolver. Además la centralización de los juzgados de violencia de género en Algeciras vulnera el derecho de las mujeres de esta comarca víctimas de violencias machistas a una justicia de proximidad y ágil. Hacer que las mujeres del Campo de Gibraltar tengan que trasladarse a otro municipio para esta cuestión supone dificultar el acceso a las políticas públicas y de protección frente a las violencias machistas, haciendo aún más difícil el procedimiento de la denuncia y el camino judicial que esto supone, por eso también exigimos la descentralización del juzgado en Algeciras, y que vuelvan las competencias judiciales a otros municipios”,

Además, también ponen el foco en el reconocimiento de derechos laborales de las trabajadoras sexuales, reclamación de condiciones dignas para las migrantes y pensiones y recursos para paliar la precariedad a la que se enfrentan muchas mujeres.

Por último apuntan que “es necesario que nos organicemos, para hablar de nuestros problemas y nuestras necesidades. Que nos unamos para crear redes donde empoderarnos juntas, crecer y nutrirnos de la sororidad. Para revelarnos sexualmente, socialmente, laboralmente, personalmente. Para crecer y no estar sometidas, para ser libres. Para ser iguales en condición y derechos. Para defendernos mutuamente de los ataques. No somos libres hasta que todas seamos libres de las distintas opresiones que nos cruzan”