Ya propuse hace dos años el uso de este mecanismo para analizar el funcionamiento de la gerencia de urbanismo tras su transformación en órgano desconcentrado debido a sus enormes deudas, basándome en un informe del defensor del pueblo donde se reflejaban sus deficiencias.

Esta semana hemos sabido que los 201 millones de deuda municipal que el alcalde de Algeciras reconoció en la pasada campaña de las elecciones municipales no era real, la delegada de Hacienda ha afirmado que asciende a 234 millones tras un estudio detallado realizado por los técnicos locales.

Este caso es un reflejo de la imagen desvirtuada que tiene el equipo de gobierno de la realidad del consistorio algecireño; quiero pensar que pecan de tener una visión miope de la gestión y que no han caído en el error de hacer la vista gorda.

Ya es hora de auditar el funcionamiento de cada una de las delegaciones del ayuntamiento, más si cabe, tras la amortización tan drástica de puestos de trabajo que ha sufrido el consistorio algecireño en los últimos años debido a los planes de ajustes impuestos por el Ministerio de Hacienda.

Es primordial estudiar cual es la plantilla mínima que requiere actualmente cada servicio municipal y reagrupar a los funcionarios según las necesidades detectadas, para aumentar el rendimiento y optimizar los recursos de la administración local.