A veces nos acomodamos y nos resignamos a vivir con lo de siempre, con lo que nos han ofrecido o con lo que nos han implantado y no somos capaces de ver más allá. Nos negamos a abrir nuestros ojos y a ver que la realidad es mucho más amplia que lo que tenemos delante. A veces, por miedo a lo desconocido y a lo nuevo, no nos atrevemos a dar el salto, a dar un cambio en nuestra vida y volar, si cabe, mucho más alto.

El día 2 de diciembre es la oportunidad que tenemos para aprender de Juan Salvador Gaviota. Tenemos la oportunidad de remontar el vuelo y abrirnos a horizontes nuevos. Tenemos la maravillosa ocasión de dejar atrás lo de siempre y abrirnos a la esperanza de un futuro mejor. Vayamos a votar con libertad y con conciencia. No nos resignemos a pensar que no hay más oportunidades que las que ya tenemos, no nos acostumbremos a vivir con las lacras del paro, la pobreza, la precariedad sanitaria o la nefasta educación. Demos la oportunidad a otros que están luchando y trabajando para que Andalucía deje de ser el culo de España. Decía la pequeña gaviota, “dadme una oportunidad, dejadme que os muestre que otra vida es posible”. Hagamos caso a la sabiduría de Juan. Él abandonó el estilo de vida que llevaban las gaviotas de su bandada y optó por un estilo de vida distinto, más noble, más libre.

Amigos y amigas, volemos más alto y seamos libres. Nos lo merecemos y se lo merecen nuestros hijos. Dejémosle un futuro mejor, una tierra en la que se pueda vivir con dignidad y felicidad. Este 2 de diciembre puede ser el momento decisivo para comenzar a contemplar una Andalucía como nos la merecemos. Un abrazo a todos. Ánimo y adelante.